sábado

Manolo caracol - La niña de fuego 1947 (baila lola flores)


Mano Caracol:una de las estrellas de los años cincuenta; época en la que nuestras protagonistas eran niñas. La niña de fuego fue un éxito impresionante, en la voz de este cantante, junto con Lola Flores, compañera de sus espectáculos durante mucho tiempo.

viernes

El maquis: una historia real contada por Juan Pan Garcia

Me llamo JUAN PAN GARCÍA y nací en Algar , en 1943.
 No recuerdo nada de aquel día, sólo que me consta que mi madre no fue a trabajar. Pasé sólo 6 años en aquel pueblo. Más tarde me di cuenta de que había mucha hambre y la gente subsistía robando bellotas, aceitunas y algarrobas, o del contrabando y la caza furtiva.No había agua, la traían desde el río Majaceite, que pasa a unos cinco kilómetros del pueblo, en reatas de mulos cargados de cántaros, y la vendían a peseta cada uno. Tampoco había luz eléctrica para todos, sólo unos cuantos privilegiados podían pagarla, y las calles estaban iluminadas por apenas una docena de bombillas distribuidas por todo el pueblo. Recuerdo la vida del campo: la siembra, la siega, las eras donde trillaban el grano y las manadas de ganado.

Dicen que los niños no deben ver ciertas imágenes en la televisión o el cine porque pueden afectar gravemente a su sensibilidad, de ahí esas señales que aparecen en la pantalla de "Prohibido a menores de 13 años". Pues bien, hubo una serie de imágenes que quedaron grabadas en mi mente y que aún, sesenta años después de presenciarlas, acuden a mí tan reales y frescas como si fuesen de ayer:
El secuestro de Antoñito Sánchez Regordán, el hijo del propietario de las tierras donde vivía mi familia, también mi amigo y compañero de juegos cuando el tiempo se lo permitía.

Ese secuestro fue realizado por los Maquis, quienes según la propaganda que hacía el Gobierno eran bandoleros y salteadores de caminos. Las secuelas de aquel secuestro convirtieron aquel lugar en un infierno, y debido a las escaseces de alimentos y otras necesidades muchas familias se vieron obligadas a emigrar. Mi familia también.

Doce años más tarde, en julio del año 1962, me fui a Francia a buscar fortuna y en una empresa conocí a un grupo de hombres y mujeres españoles que tenían el estatuto de “Refugiados políticos”. Eran personas que habían huido de España al finalizar la guerra para evitar ser fusilados por militar en el bando perdedor. Entre ellos habían quienes habían luchado en el Máquis, y fue entonces que comprendí la falsedad de la propaganda oficial del Gobierno español en referencia a éstos. Me mostraron documentos que probaban que ellos no era un grupo de bandoleros y salteadores de caminos al estilo de Jose María el Tempranillo, sino que en realidad constituían los restos del Ejército Republicano, que intentaba desestabilizar al Régimen usando un sistema de atentados, escaramuzas y secuestros que más tarde imitarían los miembros de la Resistencia Francesa contra los invasores alemanes y los cubanos contra los EE.UU.

Hubo un par de ellos en la empresa que habían recorrido luchando la serranía de Ronda, eran los soldados de la Brigada de Combatientes Antifacistas Fermín Galán, y conocían la terrible historia del secuestro de mi amigo en mi pueblo. Durante el año largo que trabajé con ellos obtuve mucha información a través de sus relatos y los documentos que aportaban, los libros que leí contando una historia diferente a la que se publicaba en España, recortes antiguos de prensa, y el testimonio directo de los protagonistas me impulsaron a tomar notas de todo ello para contrastarlo hablando con los viejos a mi regreso a España.
No fue hasta 1982 que regresé a la provincia de Cádiz, y me dediqué a visitar todos los lugares que mencionaba en mis notas, a iniciar charlas con ancianos que habían vivido aquellos acontecimientos, y fue entonces que me decidí a escribir un libro con todos mis recuerdos y descubrimientos: La pista del Lobo.
Cuando secuestraron al niño se lo llevaron a la sierra, la masa verde y montañosa que va desde Algar hasta Algeciras, sesenta kilómetros al Sur, y hasta más allá de Ronda, otros tantos kilómetros al Este. Era materialmente imposible encontrarlo en medio de tan vasta y escarpada extensión de terreno; pero alguien tuvo la feliz idea de soltar al Lobo, el perro de Antoñito. En pocos minutos el animal encontró su pista, de ahí el título: La pista del Lobo.

Lo que pretendo al publicar esta novela es sacar a la luz una página negra de la historia de España que se intenta ocultar. Y no lo hago con el fin de hacer daño, hurgando en la herida o buscando culpables y responsabilidades, sino para evitar que historias como ésta se repitan.

La obra está registrada en el año 1986, pero no he podido publicarla antes por atender a los deseos de una persona entrañable que menciono en la novela, que temía que ésta reabriese las heridas en el pueblo y me hizo prometerle de no publicarla antes del día de su muerte. Así lo hice.

También me encontré con la oposición de la familia de los protagonistas, quienes aún no me han dirigido la palabra desde que la obra fue publicada hace dos años.

http://juan-lapistadellobo.blogspot.com/

Mapa de Fosas de la Guerra Civil en la provincia de Cádiz

El proyecto “Todas las Fosas”, surge con la intencionalidad de localizar e identificar el máximo de fosas con restos de represaliados del periodo surgido tras el golpe de Estado del 18 de Julio del 36 en el ámbito andaluz, nace como el primer paso para conseguir crear en nuestra Comunidad Autónoma unos lugares de memoria donde se encuentren estas fosas y por supuesto, llevar a cabo las exhumaciones de las mismas, en los casos que fuera posible.Después de tantos años de silencio y olvido de la sociedad y administraciones españolas, han sido las familias y personas comprometidas por corregir esta injusticia quienes siguen luchando por la dignidad y el recuerdo de aquellas personas que murieron víctimas de la barbarie y la sin razón que sumió a nuestro país en una larga noche de la que a algunos aún todavía les da miedo despertar.

Al igual que en las provincias de Sevilla y Huelva la investigación en Cádiz la llevó a cabo la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y justicia de Andalucía (AMHyJA).Para llevar a cabo la investigación se creó en la provincia de Cádiz un equipo compuesto por cinco miembros, en la que uno de los investigadores llevaría a cabo las labores de coordinación del equipo.El equipo de investigación del proyecto “Mapa de fosas –Cádiz” estuvo compuesto por los investigadores Sebastián Cauqui Sánchez, Alberto Pozo de los Ríos, José Ramón Torres Alcántara, Jesús Román Román y Sara Rebollo Tebas. Todos licenciados en Historia y con diferentes especializaciones, arqueología, Hª. Contemporánea, archivística y biblioteconomía.

De acuerdo con el catálogo elaborado por la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía (27 de Marzo de 2003), en la provincia de Cádiz existen seis comarcas, las cuales son: Bahía de Cádiz, Campiña, Costa Noroeste, zona de la Janda , Sierra y Campo de Gibraltar. Debido a que el contexto de los acontecimientos histórico no fue uniforme en toda la provincia el equipo de investigación para hacer más asequible el trabajo dividió la provincia en cuatro zonas independientemente de las separaciones comarcales, asignándole a cada zona una letra, comprendiendo la zona A los siguientes pueblos y ciudades: Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Rota, Trebujena, Arcos de la Frontera, Paterna de la Rivera, Algar, Chipiona y San José del Valle. La zona B contó con Medina Sidonia, Alcalá de los Gazules, Puerto Real, Chiclana, Conil de la Frontera, Barbate, Cádiz, San Fernando y Benalup.
El pueblo de Algar
La Zona C consta de los pueblos siguientes: Alcalá del Valle, Algodonales, Benaocaz, Bornos, El Bosque, Espera, El Gastor, Grazalema-Benamahoma, Olvera, Prado del Rey, Puerto Serrano, Setenil de las Bodegas, Torre Alhaquime, Ubrique, Villaluenga del Rosario, Villamartín y Zahara de la Sierra. Por último en la zona D se encontraban los pueblos de Jimena de la Frontera, Castellar de la Frontera, Algeciras, Los Barrios, La Linea de la Concepción, San Roque y Tarifa. Para llevar a cabo la investigación y debido a los inconvenientes con los que nos encontrábamos decidimos plantearnos el siguiente método de trabajo de campo. La documentación con respecto a la localización de estos enterramientos es muy escasa, debido a esto recurrimos sobre todo a la MEMORIA de las personas, que por diferentes motivos, conocieran la existencia de éstos y que gracias a la información que nos proporcionaran se pudiera llegar a localizar las fosas comunes de la Guerra Civil.
Cortijo de Las Quintas de Algar
Las fuentes orales son especialmente válidas para el estudio de la represión durante el franquismo. Para recuperar esta información recurrimos a la toma de testimonios orales que se llevaban a cabo a través de entrevistas, además de los testimonios también se recogieron, si se pudo, documentos privados para así ilustrar mejor los testimonios.

Una vez recopilada la información y siempre que fue posible, se visitaron con los informantes los posibles lugares de inhumación, donde se pudo aportar datos que en la entrevista no habían sido mencionados, como referencias geográficas o toponímicas, acotación del terreno donde se situaría la fosa, etc. que igualmente era necesario recoger. En el lugar se procedió a la toma de fotografías y a la elaboración de un croquis en el que se reflejó la situación del enterramiento en relación al medio que lo rodeaba, plasmando toda esta información en una ficha tipo de trabajo de campo. Otro de los instrumentos que utilizamos fueron las ortofotografías digitales para geo-referenciar aproximadamente los lugares de enterramiento mediante coordenadas UTM.

A través de esta metodología el total de fosas localizadas en la provincia fueron 111, y están repartidas de la siguiente forma: En la zona A contamos con un número de 27 fosas, en la zona B contamos con 17 fosas, en la zona C con 44 fosas y en la zona D un número de 23 fosas, aunque existen posibilidades de siete fosas más en diversos lugares de dicha zona.En la zona A, la ejecución del proyecto correspondió al investigador de AMHyJA Alberto Pozo de los Ríos con el apoyo del también investigador de AMHyJA, Sebastián Cauqui Sánchez.En total se pudieron localizar el emplazamiento de 28 supuestas fosas en la Zona A, al tiempo que nos hemos aproximado de forma notable a la realidad de la represión franquista en esta zona de la provincia de Cádiz, si tenemos en cuenta las limitaciones técnicas y temporales de este proyecto. También pudimos recoger noticias acerca de otras asociaciones de memoria histórica, documentación archivística, bibliografía, lugares de fusilamiento y represión, así como monumentos de homenaje a las víctimas de la represión.Se puede concluir que existen fuentes orales, bibliográficas y archivísticas suficientes para poder realizar una reconstrucción histórica total de la represión franquista en municipios que componían la zona A.

En líneas generales la colaboración prestada por entidades públicas, colectivos de memoria histórica y personas privadas en la zona A, fue intensa y fundamental. Los principales obstáculos con los que nos fuimos encontrando en la zona A fueron la falta de tiempo y de medios técnicos para la ejecución de nuestra tarea.A continuación, referimos de forma general las conclusiones de nuestra investigación en la Zona A del “Proyecto Mapa de Fosas”. Para una información más completa es fundamental la consulta de los informes y materiales que componen esta investigación y que por su extensión se hace imposible detallar en este artículo.

En Jerez de la Frontera se han obtenido referencias de al menos cinco fosas.

En El Puerto de Santa María hemos localizado tres fosas.

Localizamos una fosa colectiva en el cementerio de Sanlúcar de Barrameda con un número indeterminado de personas inhumadas.

En la localidad de Rota localizamos tres fosas. También constatamos la existencia de un campo de concentración de prisioneros en esta localidad.

En Trebujena hemos localizado dos fosas, una colectiva y otra individual.

Arcos de la Frontera fue un importante núcleo de represión y en esta localidad hemos encontrado 6 fosas, aunque sospechamos que en su extenso término municipal puede haber muchas más.

En Paterna de Ribera contactamos con varios informantes y localizamos una única fosa en la que se encuentran inhumados los restos de 13 personas oriundas del pueblo y de sus inmediaciones.

Para Algar hemos determinado la existencia de una fosa en el cementerio municipal con un número indeterminado de personas inhumadas en ella.

En Chipiona localizamos una fosa dentro del municipio y disponemos de una lista de víctimas de la localidad, con aproximadamente una treintena de personas. Desconocemos si en la fosa de Chipiona se encuentran los restos de estas treinta personas o si hay personas procedentes de otros pueblos ya que la deslocalización de las víctimas fue una de las prácticas habituales en todas las poblaciones de la Zona A. En San José del Valle localizamos el emplazamiento exacto de cuatro fosas de represaliados así como la existencia de al menos dos campos de trabajos forzados y de retención de prisioneros en las inmediaciones de esta localidad.

En la zona B el investigador del proyecto fue José Ramón Torres Alcántara, y de su trabajo conseguimos los siguientes resultados.

En Medina Sidonia un número de cuatro fosas.

En Puerto Real tres fosas, dos en el interior del cementerio y la tercera en los muros exteriores del cementerio, en la parte izquierda, donde los fusilaban y los dejaban a la vista para que sirviesen de escarmiento a los contrarios al levantamiento.

En Chiclana tres fosas, todas en el antiguo cementerio de San Juan Bautista, dos de ellas bajo nichos, otra en un solar interior con árboles.

En Benalup se han localizado dos fosas y tres lugares de fusilamientos.

En Cádiz capital una gran fosa en el cementerio de San José y por último en San Fernando en el cementerio de la ciudad hay una fosa, en el caño de la Jarcia (muy cerca del penal de las cuatro torres) dentro del arsenal de la carraca, cementerio militar situado en los mixtos, por la vuelta afuera en fosas clandestinas, y en el cementerio de los ingleses en la playa de la casería. En total cuatro.

En la zona C, la más importante en cuanto al número de fosas encontradas, la investigación fue llevada a cabo por Jesús Román Román.

La relación de fosas encontradas en estos pueblos es la siguiente, en Alcalá del Valle, se ha localizado una fosa común dentro del cementerio. En Algodonales una fosa común dentro del cementerio con un número indeterminado de individuos.

En Benaocaz: se ha logrado localizar dos fosas comunes, una dentro del cementerio en la que estarían sepultados entre 17-19 personas. Otra en el Término Municipal, en el paraje conocido como la Manga de Villaluenga, con 3 individuos.

En Bornos:,dentro del cementerio se localiza una posible fosa común.

En el cementerio de El Bosque se localizaron y exhumaron 5 fosas comunes repartida a lo largo de los muros Sur y Oeste, y excavadas en las actuaciones arqueológicas de 2004 y 2005; igualmente por testimonios orales y reflejado en el informe de la Actividad Arqueológica de Urgencia efectuada por la Delegación de Cultura de Cádiz, se indica la existencia de otra fosa común que fue desmantelada durante la construcción de un bloque de nichos durante los años 70-80.

Dentro del Término Municipal de El Bosque se ha localizado otra fosa con 1 individuo en el paraje conocido como Fuente de Aguaturbia.

En Espera, se localizó una fosa común con tres individuos, que al parecer fue desmantelada y cuyos restos óseos fueron posteriormente sepultados bajo la cimentación de la sala de máquinas de la Finca San Antón, en el Término Municipal de Espera y en El Gastor, una fosa común en el cementerio y otra fosa con un solo individuo en el paraje conocido como La Fresnadilla, en el Término Municipal de El Gastor.

En Grazalema-Benamahoma se localizaron las siguientes inhumaciones, una fosa de grandes dimensiones en el cementerio de Grazalema, que según los testimonios orales, y tomando esta cifra como un umbral mínimo, estarían sepultados treinta y un individuos, ya que se conoce la existencia de dos sacas con catorce personas y otra con diecisiete.

Una fosa con un solo individuo en el paraje conocido como Fuente de la Ladera, en el Término Municipal de Grazalema-Benamahoma.

Fosa común con dos individuos en la zona conocida como Los Alamillos, Término Municipal de Grazalema-Benamahoma.

Fosa común con tres individuos en el paraje conocido como Monte Abajo, Término Municipal de Grazalema-Benamahoma.

Fosa común con diecisiete individuos, dieciseis mujeres y un niño, en el paraje conocido como Cañada de las mujeres, dentro de la Finca El Retamalejo. Término Municipal de Grazalema-Benamahoma. Señalar que cerca de la fosa común situada en la Cañada de las mujeres, en la finca El Retamalejo dentro del T.M. de Grazalema se encuentra otra fosa con dos personas –un tal (a) Tío Fraile y su esposa- de Grazalema,

Una fosa común de grandes dimensiones en el cementerio de Benamahoma, con al menos veinte individuos de distintas localidades próximas.

Otra fosa común con dos individuos en el paraje conocido como Era del Tarazón, Término Municipal de Grazalema-Benamahoma.

En Olvera, una fosa común de grandes dimensiones y otra con un número indeterminado de individuos, en el paraje conocido como Los Toriles dentro de la Finca La Laina, en el Término Municipal de Olvera.

En Prado del Rey, una fosa común con un mínimo de doce individuos en el lugar conocido como La Pinaleda en el Término Municipal de Prado del Rey y otra con un individuo en El Calvario, Término Municipal de Prado del Rey.

Fosa con al menos 1 individuo en la cuneta de la CA-7103, frente a la finca Los Clavijos, Término Municipal de Prado del Rey y otra fosa en la pared trasera de la Ermita que está más cercana al cementerio (Ermita Nueva), entre esa pared y lo que actualmente es un seto de pinos. En esta fosa hay un mínimo de tres víctimas inhumadas.

En Puerto Serrano se localizó una fosa común con dos individuos en el cementerio.

En Torre Alháquime un total de siete fosas, una fosa común con un número mínimo de tres individuos en el cementerio de la localidad, una fosa con un solo individuo en El Rodeo, casco urbano de Torre Alháquime, dos fosas comunes en el paraje conocido como la Chopaleda en el Término Municipal de Torre Alháquime, una con dos individuos (en la Finca Las Hurecas) y otra fosa común en la que se encontrarían entre diez y doce individuos, fosa con al menos un individuo en La Rabia, Término Municipal de Torre Alháquime y por último una fosa con un individuo, exhumado, en Vereda Ancha, actualmente una calle del municipio.

Por último en Ubrique se han localizado dos fosas comunes, en Villaluenga del Rosario tres fosas, en Villamartín una fosa de grandes dimensiones en el interior del cementerio con un número indeterminado de individuos. Y otra en la zona de la Ermita de la Virgen de las Montañas, Término Municipal de Villamartín.

Para finalizar esta zona C decir que en Zahara de la Sierra no se ha conseguido localizar ninguna fosa pero por testimonios orales se conoce la existencia de este tipo de enterramiento en el cementerio de la localidad.

Por último en la zona D, investigada por Sara Rebollo Tebas, los resultados han sido los siguientes.

En Algeciras se ha localizado una fosa en el cementerio viejo de Algeciras con un número mínimo de catorce víctimas inhumadas.

En Algeciras cabe la posibilidad de la existencia de seis posibles fosas más que no han podido ser localizadas por la escasez de medios materiales y temporales para la investigación.

En Castellar de la Frontera hemos podido localizar dos fosas, una de seis a ocho personas, situada en la dehesa “el olivar” en un lugar denominado “el palancar” y otra situada en el cementerio de Castellar Viejo, de ocho personas pasando el castillo.

En Jimena de la Frontera se localizaron tres fosas, fosa de la Cruz Blanca con cuatro personas, fosa cementerio viejo (castillo), con un número indeterminado de fusilados, pero con un mínimo de veinte víctimas y una fosa en la carretera a San Pablo de Buceite con tres personas.

También hemos tenido constancia de dos posibles enterramientos más pero por lo inaccesible del terreno y otras complicaciones, falta de medios y de tiempo principalmente, no se han podido concretar.

En Los Barrios hemos localizado una fosa situada en el antiguo cementerio que había dentro del casco urbano y que se trasladó en 1976 a las afueras del pueblo, en la actualidad es el Parque Blas Infante, en remodelación en estos momentos, según testigos la fosa sigue allí, no se cambió al otro cementerio. El número de personas en la fosa es indeterminado, aunque podemos cifrar en trece el número mínimo de víctimas que se encuentran inhumadas en la misma.

En la Línea de la Concepción se localizó de forma vaga una fosa común dentro del cementerio, los datos eran contradictorios y escuetos, estaría en el patio norte, pero es un dato muy vago y sin muchos testimonios, por la falta de tiempo dado a la investigación.

En San Roque hemos localizado diez posibles enterramientos. Por último en Tarifa se localizaron cinco posibles enterramiento.

En conclusión y a modo de valoración general decir que a juicio del equipo que se ha encargado de esta provincia las mayores limitaciones han estado en la escasez de tiempo y medios técnicos para profundizar en el trabajo de campo.

Destacar que consideramos fundamental que se llene de contenido documental, mediante investigaciones en Archivos históricos especializados y en aquellos archivos privados que se puedan localizar, todo el caudal de información que hemos obtenido en estos meses de trabajo. De la misma forma consideramos indispensable la práctica de sondeos y prospecciones arqueológicas en aquellos lugares en los que sea más factible su ejecución. Consideramos que es posible la reconstrucción histórica y el conocimiento científico de la represión en la provincia de Cádiz durante la Guerra Civil y el franquismo, pero para ello son indispensables más recursos económicos, más recursos técnicos, más recursos humanos y más recursos temporales.

Por ello pensamos que la investigación sólo acaba de comenzar y está dando sus primeros frutos, se ha ido perfeccionando el sistema de trabajo, ya que no existía un trabajo similar en este campo de la investigación.

Sería oportuno una segunda fase del Proyecto: Mapa de Fosas, donde se pudiera concretar una serie de datos interesantes para la investigación: una localización más exacta de algunas fosas, de las que, en algunos casos, se tienen testimonios orales e incluso escritos, pero que por la falta de tiempo, la amplitud del trabajo desarrollado y otros factores no ha sido posible ubicar. Número de individuos en cada una de ellas, realizando no solo una labor de campo sino también investigaciones en archivos que nos pueda proporcionar los nombres de los que yacen en estos enterramientos así como la localización de nuevas fosas que en esta primera fase no hemos podido constatar.

Para ello, señalar que se ha establecido un equipo de investigación con una experiencia adquirida a lo largo de la misma, se ha creado una red de colaboradores e informantes, se ha aprendido de los errores y se ha ido creando un método de trabajo útil para la investigación.

Otras de las principales dificultades, es la accesibilidad a las personas que guardan en su memoria esta información, para ello se hace necesario la colaboración de Ayuntamientos así como de otras instituciones. En este sentido, hemos de decir que algunos Ayuntamientos han sido indiferentes ante nuestra solicitud de ayuda para la investigación, sobre todo en las áreas de las concejalías de Cultura y Asuntos Sociales sobre la que recaía nuestra petición de ayuda, pero también otros organismos han sido indiferentes como Centros de Día, Residencias de Mayores o Partidos Políticos.

Pero esto no ha sido lo predominante y una gran mayoría de ellos han colaborado, algunos activamente, en otros casos han colaborados personas desinteresadamente, familiares de las victimas, historiadores-investigadores que han facilitando en gran medida la investigación aunque siempre se tiene alguna experiencia desagradable con personas que no son sensibles al tema investigado y cuya ideología intolerante ha provocado algún enfrentamiento.

Se ha echado en falta una mayor comunicación entre organismos oficiales, que hubiera hecho más fácil el trabajo de campo y ahorrado tiempo, así como con algunos partidos políticos sensibles a esta materia.

Igualmente ha faltado información a nivel provincial, comarcal y local. Hubiera sido interesante haber informado a la población de lo que se estaba haciendo a través de los medios de comunicación, tanto a nivel provincial como a nivel local e incluso con la colaboración de los ayuntamientos mediante bandos municipales o sesiones informativas.Este artículo ha sido elaborado por Sebastián Cauqui Sánchez ha través de la información recogida por el equipo de investigación del proyecto: Mapa de Fosas en la provincia de Cádiz, formado por el propio Sebastián Cauqui Sánchez, Alberto Pozo de los Ríos, José Ramón Torres Alcántara, Jesús Román Román y Sara Rebollo Tebas.

Jerez de la frontera, 15 de enero de 2009.

Recuerdos de Manola: Mi madre cosía... hasta de un paraguas nos hacia faldas

Manola en primer término de perfil
Yo recuerdo que desde los siete años, aunque tengo una pierna mala desde que tenía unos meses, me llevaba la ropa a solearla… Me llevé tres años yendo y viniendo, con mi clarilla y mi taco jabón, a un pozo que tenía tres pilas. Y a los ocho años me fui a un rancho… a servir y yo lloraba muchísimo. La señora sólo quería guisos de patatas con cebollitas… y yo le cuidaba a los niños, limpiaba la casa… Tres pesetas, dos cincuenta., más o menos es lo que me pagaban...
A mi padre lo mataron en la guerra. Tenía 24 años. Estaba trabajando, escorchando, cerca de Arcos, eso era antes del Movimiento. Dicen que iban a los cortijos con las escopetas y to eso… Pues un día fue un tío mío… pero mi padre no fue y una noche se presentó la guardia civil buscando a mi tío y cogieron a mi padre y lo trincaron. Lo tuvieron tres meses en la cárcel... nosotras éramos pequeñas. Teníamos cuatro, dos años… y yo dos meses. Lo sacaron pa matarlo. Lo mataron en un olivar, a la vera de Arcos, en la carretera de Algar. 
Cartel publicitario Guerra Civil
A mi madre le ayudaron mucho después de to eso...Le dieron una mula pa que fuera a lavar, porque mi abuela vino por comestible desde la sierra y le quitaron la yegua porque pensaban que la iba a utilizar para llevar comida a la sierra, a los que estaban escondios... los maquis. Entonces mi madre tenía a la yegua pa ir a lavar al chorrillo. Mi madre cosía, hasta de un paraguas nos hacia faldas. Mis hermanastras se llevan seis meses conmigo y nos llevaba en el serón a mis hermanas y a mí... y allí ponía la panera y to lo que necesitaba pa el lavao… en fin, pero tenía que cuidar que no se le escapara la yegua pa que no creyeran que se la daba a mi abuela. Gracias a Dios nos ayudaron mucho y no pasamos hambre. Total, que mi madre, que tenía veinticuatro años, se quedó viuda, y entonces, como no había pagas ni na de eso, pues se tuvo que casar otra vez. Mi madre trabajaba en la calle, en la casa del médico de Algar… hasta que se casó otra vez.  Nosotros teníamos dos habitaciones. Dormíamos unos pa´rriba y otros pa´bajo. Mis padres en su cama en su habitación. Cuando fueron mayores se echaban los colchones al suelo, o los catres… y así nos hemos criao… diez hermanos y ellos dos doce personas. Yo muy feliz. 
Mujeres y niñas lavando en un arroyo
Del colegio me llevaron a hacer la comunión a Algar. Ese colegio era un comedor que nos daban de comer a tos los niños que se habían quedao sin padres.  
Comedor de Auxilio Social
Allí nos hacían lentejas cada día. Ya no las quiero ni ver. Azúcar moreno, un pan que era maíz puro... Mi madre, del babi del médico, me hizo un vestido. Nosotras no jugábamos... En vísperas de reyes, hacíamos unas muñecas de trapo con los pelitos de lana y los vestiditos… pero jugar no. No había tiempo...
Mi madre era mu trabajadora y nos tenía a toas horas pintando, haciendo escobas pinceles, sopladores de pleita, pa soplar las candelas, pa la basura, to eso de pleita…no parábamos.

soplador de pleita
 Nosotras, mis hermas… toas hemos trabajao en la calle. En Ubrique he estado veinticuatro años trabajando en una casa por la mañana, y en otra por la tarde. Pintaba también las casas, hacia las matanzas, planchaba… Mi madre nos enseñaba a coser por las tardes. Como nos levantábamos temprano, cuando dábamos de mano, a las cinco o las seis, ahora con las tardes largas se sentaba con nosotras en la puerta de la casa y venga, a tomarnos media. 
Niñas y mujeres, cosiendo
Una cosía a máquina, que teníamos una máquina de mano. La otra hilvanaba… cada una hacia una cosa. Compraba las telas en la casa de Tamallo en Arcos y hacíamos los trajes pa la feria y to. Ella hacia los patrones y lo cortaba to.. Entonces se aprovechaba to. Se volvían los cuellos, los camisones, los puños, los pantalones, les echábamos los culos, los bajos, muchos remiendos hacíamos…y así nos hemos criao. Zurcíamos las sábanas, los laos que estaban mejor se les ponían en la parte más gastá, eso era poner piezas.
Antigua máquina de coser
¿Qué comíamos…? Cocido tos los días. Mi padre era capataz de puercas. Se mataba dos veces en el año. Por la mañana tomábamos sopa y una poquita pringá. Por la tarde la comida: calabaza, papas, coles, arroz, garbanzos, berza, Eso era tos los días. A veces pasaba el pescaero y se compraba un poquito pescao. Cuando no, un gazpacho fresco, una botella con el gazpacho y eso era la merienda cuando estábamos en el trabajo. 
Gachas, chorizos y torreznos: comida en el campo
Yo he hecho de to: he cogió maiz, aceituna, remolacha… he hecho de to de to…
Recogida de aceituna
Mis padres, cuando venia una visita decían: niñas ¿habéis acabao…? Nos echaban fuera pa poder hablar ellos de lo que fuera. Entonces no nos decían na. Cuando tenían más edad, mis hermanas mayores se fueron a Jerez a servir. Yo estuve también en la calle doña Blanca, con una familia con nueve niños. Yo los arreglaba, los llevaba al colegio, arreglaba la ropa y los zapatos de noche… Primero estuve en jerez y luego ya en Ubrique. 
Niñera joven de paseo. FUENTE: http://gatosbizcos.blogspot.com/
Tendría yo unos catorce o quince años. Cuando yo subía a la azotea a tender la ropa y miraba lo lejos que estaba yo de mi casa. ¡Ay, Dios mío, que lejos…. Me ponía a llorar… No me gustaba. Después tuve mu mala suerte. Tuve varias mujeres inválidas y yo sólo me acordaba de mi madre… pero no tengo queja de cómo me trataban. Gracias a Dios. To lo que se ganaba se mandaba pa ellos. 
Yo de mi infancia no recuerdo na malo. El señorito me regaló lana porque yo no podía dormir con mis hermanas, porque tenia la pierna mala, me hacían sandalias especiales para mi porque las san dalias de goma no podía con mi pierna. Tenia mi cama pa mí sola… ni pasamos hambre ni estuvimos en cueros. La verdad. 

lunes

Manuela: Me encantaba sentarme debajo de la encina... me metía en mi mundo.

Yo tengo inquietud. Me veo mu comprometida con to lo del pueblo, con los proyectos... Tengo afán por aprender, inquietud…Aunque parezca que soy mu tranquila, mis sentimientos me dominan. Me apetece este taller, pero el recordar me puede hacer un poco de daño… porque hace dos años murió mi marido…
Manuela, a la izquierda y sentada, junto a ella, su compañera Gregoria y Teresa
Lo primero que me viene a la memoria de mi infancia es mi madre… que yo siempre he dicho que mi madre es la más guapa del mundo... Eso recuerdo yo que siempre lo he dicho. 
La madre de Manuela cuando era joven
Y me viene a la memoria que mi padre estaba trabajando en una huerta que era a medias con el señorito, porque mi padre era el trabajador. Cuando volvía de hacer la faena de la huerta, pues él nos cogía en brazos, nos vestía, nos ponía los zapatos, nos asaba boniatos en la candela de leña, que estaban mu buenos. Estos son los primeros recuerdos más bonitos que yo tengo. Luego, mi madre,  iba a Benahocaz a vender los productos de la huerta. Recuerdo que una vez teníamos el sarampión tos juntos. Mi madre nos dejó en la cama vestios de rojo pa que fogáramos. Yo recuerdo que ella debía dejar la comida planteá y mi padre estaba al cuidao de nosotros. Cuando llegó la hora de almorzar, mi padre en vez de levantarnos de la habitación, pa que no pasáramos frio o qué se yo, pues entró la mesa a la habitación y luego no quitó las cosas de haber comio. Luego, mi madre cuando vino decía: ¡Ay José por qué no has sacao a los niños…¡ Y él con aquella capacidad que tenía le contestaba: No, Rafaela, que les he metió la mesa dentro pa que no cogieran frio. 
Manuela con su hermana
También recuerdo mu bien cuando uno de mis hermanos Rafael, pues ya mi madre traía a otro de camino, y tuvo que quitarle el pecho, pero es que tenía tres años y estaba enviciao. La familia de mi padre vivía aquí (Castillo Fátima) Tenían cabras y yo estaba mas acostumbrá a estar con mis tíos y mis abuelos y me llevé yo misma a mi hermano pa destetarlo, como se dice. Me acuerdo que aquella noche, toda la noche llorando, pero se cargó dos jarras de leche enteritas y el niño ya se quedó tranquilo. Cuando cogió el sueño eran las 10 de la mañana. Eso es mu bonito...
Manuela vestida de gitana, con sus hermanos
Mi tío, este mismo, Rodrigo... hermano de mi padre, desde su casa me llevo a cuestas con dos años y medio a donde estaban mis tías al campo, porque con eso le quitaban carga a mi madre…

Yo ahora lo comprendo, entonces era mu chica, pero claro es normal que cuando te rozas con otras personas le coges cariño. Me sentía mu mimá con ellos. Tres hermanos, mi abuelo y dos tías...
 
No es Manuela, pero sí una imagen de una niña ocupándose de las gallinas
Después se fueron más lejos cerca de Alcalá de los Gazules. Estuvieron en La Cueva de las palomas, un sitio mu lejos de aquí. Ellos no sé por qué terminaban con un señorito y se iban a otro cortijo con otros señoritos. Vivían siempre fuera de los cortijos, en chozos. Algunas veces dormíamos afuera y nos tapábamos con una especie de capotes como de plástico o goma, o algo así, con aquello nos tapábamos, porque eran chozos y se calaban. Mis tías me metían en medio de las dos y a mí no me caía agua. 
También recuerdo que en la cueva de las palomas había una cañada pa el pastoreo y yo sentía a mis tíos que decían: tu padre va a venir y yo cuando sentía los cascos de los caballos y siempre pensaba: ya viene mi padre. Tenía ganas de verlo, aunque la verdad es que no era tanto tiempo el que pasaba con ellos, y yo estaba mu a gusto, pero… Mi tío siempre me hacia bromas sobre mi padre, porque se metía conmigo pa hacerme rabiar.
Chozo tradicional
A la escuela no fui nunca. Ya tendría yo 12 años cuando volví con mis padres. Junto con mi hermano Jesús que también estaba con la familia. Mi padre no tenía preferencia entre niños y niñas. Cuando llegaba a la casa cogía el catón y cuentas y nos enseñaba. Fue el maestro nuestro y el de muchos muchachos que estaban en el cortijo y se venía pa que cuando se fueran a la mili pudieran escribir a sus novias y sus madres. Él creo que aprendió en tres años que estuvo en la mili. Yo no recuerdo cuando hice la comunión, pero la hice. Estaba tan mal la cosa que mi madre me recorrió to el pueblo con la limosnera a ver cuánto recogíamos, y hasta me llevó a Benahocaz. Doña Consuelo me enseñó el catecismo pa prepararme. 
Limosnera de Primera Comunión
Mi madre y mi padre les gustaba mucho eso de venir a una buena película al pueblo. A pesar de vivir en el campo a ellos les gustaba disfrutar de las cosas culturales: me acuerdo de Los Diez Mandamientos, las películas de Lola Flores, to eso. Luego volvían al campo a dormir. Mi padre tenía un perro que se llamaba León y una noche el perro se puso sobre la puerta y ladraba desesperao y me dio miedo porque pensaba que había alguien en la puerta porque yo era la que cuidaba de mis hermanos y estábamos solos. Yo me puse con un tranco pa defender a mis hermanos. En el mismo cortijo (rancho se le llama en la sierra) La casa de los señoritos. 
Imagen de un típico cortijo de Andalucía FUENTE: http://www.entornoajerez.com/
 Había una esplanada empedrá en el rancho y mi hermana y yo nos íbamos a casa de esa señora y la mujer era mu cariñosa: Señá Ángeles, le decíamos. ¿Sabes cómo hacía pipí esta señora…? En los excrementos de las vacas… me imagino que ella no usaba bragas. Ella abría las piernas y allí lo hacía. Ni se agachaba… me acuerdo perfectamente. Mi hermana y yo nos íbamos allí por las tardes. Señá Angeles, le decíamos: le vamos a barrer la puerta. Después nos metía en la casa y cuando hacía las matanzas, en el dormitorio, tenía la alacena… tenía tinajas con chorizo metió en manteca y cogía una rebaná de pan con lomo y a mi hermana otra cosa… Mi madre nos decía: las niñas no piden… pero nosotros qué íbamos a hacer. Antes de llegar a donde vivíamos, había un arroyo y mi hermana decía: vamos a lavarnos pa que no nos huela la boca a manteca. (risas)
La higiene diaria, aunque con pocos medios, no faltaba. Había un arroyo al lao y un pozo… Íbamos a buscar agua con el cántaro.
Cantarera
 Un poco más arriba de la fuente, en la ladera, hay una encina y a mí sentarme debajo de aquella encina, pensando, me encantaba…, era como mi mundo. Allí me imaginaba yo que era Sofía Loren… y esas artistas. Brigitte Bardot, Sara Montiel… 
Yo aprendí a coser con Carmen mi vecina, que me enseñó bastante. Sobre todo sacando patrones de las revistas. Lo hacía en mi casa y aprendí con su ayuda, pero he llegao hacer abrigos largos, chaquetas a mi hijo…. trajes de flamenca… aquí a mi madre le he hecho unos modelos que no veas...

viernes

Gregoria: Yo no he tenio nunca un traje de gitana...

No sé lo que tengo que decir. Nací en el año 1944… Tengo 66 años.
Gregoria, (en el centro) con sus compañeras comentando las labores
He pasao una enfermedad mu larga, unos males con mis padres, una enfermedad mu larga con mi mario…, perdi una niña embarazá de ocho meses… Mi hija ha tenio una niña ochomesina, que ha estao mu malita. Yo diría de mi, que soy una persona mu adaptable, que me adapto a lo bueno, a lo malo… Yo soy una persona que me adapto a to.
Nací en Tavizna. Mi padre se crió allí, y mi madre, que era de Grazalema, se casó con mi padre y luego fue cuando se fueron al cortijo de Tavizna.
Paisaje de la sierra, donde estaba situado el cortijo de Tavizna
A mi me dio la catequesis el señorito que era mu rico y mu beato. Nos trajo una mujer de El Puerto de Sta. María pa que nos diera la Catequesis.
Gregoria muy niña

Allí hicieron la 1º Comunión gente hasta de 20 años y de 30… de toas las edades. Aquello fue precioso, pero no hay na grabao, ni fotos... La hicimos en una era, precioza. Tenía una palmera y pusieron un altar preciozo. Nos regalaron la tela pa los trajes a mis hermanos y a mí. Mi prima, la de Ubrique, se fue al cortijo y allí cosió los trajes pa los niños. 

Como no tiene fotos, estas niñas de cualquier pueblo de la misma época
 A las niñas nos los hicieron en Rota, con unos frunciditos monísimos. Era el dia de San Isidro, en Mayo, con tantas flores… ¡Bonita de verdad! Comimos to el mundo. Se echaron flores por la vereas y las eras también adornás de flores. De comer nos hicieron chocolate y tortas dentro del patio de los frailes.Los mayores iban vestidos normal. Los zapatos eran unas alpargatas, como esas que se llevan ahora a la playa.
Estampa típica de Comunión
Yo no he tenio nunca un traje de gitana. Teresa y su familia ya has visto las fotos…Tenían más, porque el padre era petaquero y entraba un sueldo. No fui a la escuela, porque estábamos en el campo y teníamos que ayudar. He ido a la escuela de adultos ahora, de mayor.
Mª Teresa, vestida de gitana
Nosotros vivíamos en el campo, pero casi to lo que daba el campo era pa el señorito. Las papas mejores iban pa El Puerto de Sta. María, los cochinos uno pa el señorito y otro pa nosotros, el más pequeño... Yo tenía locura con los animalitos. Una vez me pasó una cosa con un cerdito pequeño... Fíjate... escribí la historia cuando fui a la escuela de adultos.  
Historia escrita por Gregoria, recordando un hecho real
 En el cortijo estábamos solos, porque los señores no venían na más que algunas veces, ellos vivían en El Puerto. Afuera había unos chozos pa meter las cosas de los animales y del campo. niños. Las camas con los colchones de la hoja del maíz (farfolla) Eran catres, hechas de palos. 
Antiguo lavadero "El Algarrobar",  hoy desaparecido
Nosotros íbamos a lavar a Ubrique el alto, y al campo, mi madre se llevaba en un burro la ropa: su panera, y aquí en un lao un cántaro y aquí en el otro lao el otro, y los niños… y se iba to el dia, allí comíamos y to hasta que volvía con la ropa seca. ¡Anda, que no teníamos que pasar tiempo lavando la lana pa los colchones! De eso me acuerdo yo…
Lavando lana
Nosotros teníamos dos habitaciones: una pa los padres y otra pa los  niños. Las camas con los colchones de la hoja del maíz (farfolla) Eran catres, hechas de palos. 

Mi padre tuvo que coger otro cortijo en Prado del Rey cuando éramos más grandes pa sembrar trigo o avena. A mi me llevaron a Prado del Rey con la dueña del cortijo, pa hacerle de comer a mis hermanos que estaban trabajando allí en el cortijo.
Fachada de un cortijo de la zona
Ella me enseñó cómo se cocinaba. Ese año fue buenísimo, se cogió una cosecha mu grande. Vendió mucho trigo, aceitunas… y compró una casita pequeña que no tenía ni solería. Ahí ya tenía yo nueve años más o menos. La casa tenia dos habitaciones, una ventana, unas puertas mu malas… pero allí hemos estao hasta que nos casamos.
Escena de trilla

En el tiempo del poleo venían unos hombres y cogían el poleo y hacían un medicamentos pa los resfriaos… esa gente que venían de afuera… los chiquillos nos acercábamos a ellos. Ponían unas calderas de cobre, y con leña hacían una fogata y entonces los cortaban… es que es mu bueno el poleo- Se decía que los niños no se separen de los padres, porque los tíos vienen cogiendo el poleo y se llevan los niños. Eso era en primavera. Éramos chicos… chicos… Mi padre decía: si un hombre les dice a ustedes: vente conmigo, no os vayáis con nadie. En el campo había casos que se habían perdio chiquetitos, que se decía que se habían perdio. Y decían que era el tío de la sangre. Ahora me acuerdo cuando pasa algo así...

jueves

Pilar: Yo he sio una privilegiada y mis tíos, las personas más buenas que conozco...


Nací en Ubrique en 1928. Soy la última de 9 hermanos. Uno murió y quedamos siete varones y dos hembras. Tan chiquita…, mi madre estaba mala. La recuerdo… yo era mu chica, porque yo nací cuando ella ya estaba mala. No sabía lo que era, pero estaba mala. Teníamos mucha familia, pero nadie se acordó de nosotros, nadie. Mi padre metió a una mujer pa que nos ayudara, pero le quitó unos sarcillos y ya mi padre lo que hizo fue llevarnos a Sevilla, (yo tenía pocos meses) a casa de su hermana, que tenía dos hijas y se les habían muerto otras dos. Se acostumbraba entonces a que cualquiera de aquí que se ponía mala, ¡Ala, a Sevilla! Llegaban al piso de mi tía y allí se acogía a todo el mundo y a ponerle la mejor cama y nosotros en un colchón en el suelo... Llegaba una tal Juana la Olegaria a Sevilla pa el médico, y mi prima la acompañaba… y eso que ella era sastra y tenía que ir a trabajar, pero ella estaba allí acompañándola. ¡Qué buena era!
Bueno, pues...vamos al médico, dijo mi madre. El médico les dijo que no tenía cura, que pa qué se iba a quedar en Sevilla. Era un tumor en la cabeza. Mi madre se volvió a Ubrique y yo me quedé allí. Así que mis primeros recuerdos son de Sevilla. A mi hermano Manolo también se lo quedó otra tía por parte de mi padre.   
Pilar con muy pocos años (?)
Cuando mi madre se volvió a Ubrique, ya muy malita, mi tio, que era tio político, (pa que veas la gente tan buena, tan educá, que no había hecho más que cuidar cochinos) Dijo: ¡Ay Vicente!, qué hacemos con los niños?, ¿nos quedamos con las dos niñas…? Y así lo hicieron. 
Pilar con su tio en el Parque de M.Luisa
Él trabajaba como de portero en una fábrica. Ellos se encargaron de llevarnos cosas, cunas y ropa. Es que Vicente era muy fiel… Ya habían pensado en que Julito, el pequeño fuera a la escuela, y luego se iría a trabajar a la fábrica. Todo eso me lo han contao a mi después.
Yo fui al colegio allí en Sevilla. El colegio… aquello lo había hecho un médico … un tal Lanzón…o algo así.  La barriada se llamaba el retiro obrero, y era muy bonita. 
Pilar en la escuela en 1936 (8 años)
 Tenía mi maestra: doña Adelaida. Parece que la estoy viendo… delgada, alta… Luego… doña Isabel, y nosotros muy bien puestas….con nuestros moños y lavadas de abajo arriba. Por las tardes, como había colegio, a eso de las cinco, llegaba una señora con un canasto grande con bocadillos liaos en un paño, con chocolate, carne de membrillo… Entonces, empezaba a repartir a los niños los bocadillos. Una maestra de allí entró en mi clase y se quedó mirando, repartieron y a nosotras no nos dieron. Entonces, mi maestra le dijo: ¿Por qué no les da merienda a estas niñas…? Es que esas niñas estarán en buena posición, porque vienen con sus zapatos, bien lavadas, bien peinadas…, vaya, de lo mejor que viene aquí a la escuela.
Entonces, mi maestra se sonrió y dijo: si usted supiera… Estas niñas son recogidas… no tienen ni padre ni madre… Pues bueno, no se lo podía creer. Mi prima con las tenacillas, nos arreglaban el pelo… nos llevaba como figurines. 
Como dice Pilar: una muñeca
Mi vida fue muy buena, de jugar, y mi tía… que nadie tocara a su niña... A mí, mi maestra nunca me pegó con la regla, ni yo vi eso en mi escuela. Estamos retratadas en el patio y yo no he visto eso nunca.
Pa que veais que mi tia era pasión lo que tenía con nosotros… Mi tia me vistió de angelito un año antes de la comunión, y yo monísima, y a algunas les daban coraje, pura envidia… Yo me iba al wáter y me ponía allí y decía: ¡Hasta sentá en el wáter eres bonita…! Me quería mucho.
Mis tíos vivían en casas de vecinos… cerca del centro… Y la Comunión…, bueno, celebrar… celebrar… en mi casa, un chocolate y unos dulces y las vecinas… allí estuvimos.
Era durante la guerra y recuerdo que me llevaron a la Puerta Carmona y allí nos encontramos a un comunista de esos, y yo llevaba mi medalla de oro y mi cadena, y me pegó un tirón y me lo quitó.
 

Era un peligro ir por la calle aquellos días. Entonces ya con la guerra como no pasaban los panaderos, a los más mayorcitos los mandaba mi tía a por el pan. Ella decía: ¡Ay Vicente! me he gastao 21 gordas en pan. Cogía una telera y allí traían pan pa muchos días. Hambre no pasábamos desde luego...
Otra cosa que recuerdo es que la gente decía: ¡Que tapen las ventanas y las puertas! Se tapaban con agua, mojadas, pa que no entrara fuego. Donde estaban los contadores del agua y todo allí nos metíamos cuando empezaban las sirenas. También me acuerdo que cuando estábamos en los patios, que eran muy bonitos… pasaban por la carretera los soldaos milicianos… que le llamaban, y había mujeres también, con el puño… y el lema que ellos tenían UHP… Los comunistas…
Mi prima, Angelita, una de las hijas de mi tía, se casó con un hermano mío.
Angelita y su marido, hermano de Pilar

Unos meses antes de la boda se vino a arreglar el piso a Ubrique, porque se venía a vivir aquí, y yo vine con ella. Estando aquí le mandaron un telegrama diciéndole que su madre (mi tia) había muerto. Y nosotros aquí en la obra y entonces no había taxi ni nada. Uno que tenía un coche nos llevó a Sevilla. Se murió de pronto y estaba allí mi hermana y mis hermanos, pero ellos en el colegio. Se echó en la cama porque no se sentía bien y al poco mi hermana fue a llamarla y ya no estaba viva. Entonces ya como terminaron la casa pensaron en que mi tio pidiera la jubilación y se trasladara a Ubrique con todos los hijos. Y ya nos vinimos aquí. Cuando eso tenía yo 12 0 13 años. Pa que veas lo que ella era.
Yo seguí en la escuela con Isabel Becerra, que  era una maestra que tenía allí muchas niñas… un poco pijas, había muchas y allí me llevaron, a  esa escuela,  Ella, mi prima, no quería que me metiera a trabajar en las fábricas. Yo fui una privilegiada. Si ya te digo, con mi tía, cuando ella vivía… en Sevilla, yo llegaba y no hacía nada en la casa. Siempre lo digo, que yo tenía muchas tías, pero nadie se acordó na más que ella. Llegaban al piso de Sevilla hasta tuberculosos, y ella les dejaba la cama…
Mi padre trabajaba en la fábrica… puso un boliche, un pequeño taller. Cuando se empezaba se compraba una docena de pieles, y las herramientas y se iban haciendo sus carteras, sus petacas y a los más mayorcitos les iban inculcando… les enseñaban a trabajar la piel. Allí mis hermanos aprendieron y trabajaron con él. Mi hermano Antonio, el mayor, fue hasta alcalde de Ubrique…
Es que mi padre se murió a los 15 meses de mi madre, no te lo he dicho. Eso fue lo malo...