Manuela: Me encantaba sentarme debajo de la encina... me metía en mi mundo.
Yo tengo inquietud. Me veo mu comprometida con to lo del pueblo, con los proyectos... Tengo afán por aprender, inquietud…Aunque parezca que soy mu tranquila, mis sentimientos me dominan. Me apetece este taller, pero el recordar me puede hacer un poco de daño… porque hace dos años murió mi marido…
Manuela, a la izquierda y sentada, junto a ella, su compañera Gregoria y Teresa
Lo primero que me viene a la memoria de mi infancia es mi madre… que yo siempre he dicho que mi madre es la más guapa del mundo... Eso recuerdo yo que siempre lo he dicho.
La madre de Manuela cuando era joven
Y me viene a la memoria que mi padre estaba trabajando en una huerta que era a medias con el señorito, porque mi padre era el trabajador. Cuando volvía de hacer la faena de la huerta, pues él nos cogía en brazos, nos vestía, nos ponía los zapatos, nos asaba boniatos en la candela de leña, que estaban mu buenos. Estos son los primeros recuerdos más bonitos que yo tengo. Luego, mi madre, iba a Benahocaz a vender los productos de la huerta. Recuerdo que una vez teníamos el sarampión tos juntos. Mi madre nos dejó en la cama vestios de rojo pa que fogáramos. Yo recuerdo que ella debía dejar la comida planteá y mi padre estaba al cuidao de nosotros. Cuando llegó la hora de almorzar, mi padre en vez de levantarnos de la habitación, pa que no pasáramos frio o qué se yo, pues entró la mesa a la habitación y luego no quitó las cosas de haber comio. Luego, mi madre cuando vino decía: ¡Ay José por qué no has sacao a los niños…¡ Y él con aquella capacidad que tenía le contestaba: No, Rafaela, que les he metió la mesa dentro pa que no cogieran frio.
Manuela con su hermana
También recuerdo mu bien cuando uno de mis hermanos Rafael, pues ya mi madre traía a otro de camino, y tuvo que quitarle el pecho, pero es que tenía tres años y estaba enviciao. La familia de mi padre vivía aquí (Castillo Fátima) Tenían cabras y yo estaba mas acostumbrá a estar con mis tíos y mis abuelos y me llevé yo misma a mi hermano pa destetarlo, como se dice. Me acuerdo que aquella noche, toda la noche llorando, pero se cargó dos jarras de leche enteritas y el niño ya se quedó tranquilo. Cuando cogió el sueño eran las 10 de la mañana. Eso es mu bonito...
Manuela vestida de gitana, con sus hermanos
Mi tío, este mismo, Rodrigo... hermano de mi padre, desde su casa me llevo a cuestas con dos años y medio a donde estaban mis tías al campo, porque con eso le quitaban carga a mi madre…
Yo ahora lo comprendo, entonces era mu chica, pero claro es normal que cuando te rozas con otras personas le coges cariño. Me sentía mu mimá con ellos. Tres hermanos, mi abuelo y dos tías...
No es Manuela, pero sí una imagen de una niña ocupándose de las gallinas
Después se fueron más lejos cerca de Alcalá de los Gazules. Estuvieron en La Cueva de las palomas, un sitio mu lejos de aquí. Ellos no sé por qué terminaban con un señorito y se iban a otro cortijo con otros señoritos. Vivían siempre fuera de los cortijos, en chozos. Algunas veces dormíamos afuera y nos tapábamos con una especie de capotes como de plástico o goma, o algo así, con aquello nos tapábamos, porque eran chozos y se calaban. Mis tías me metían en medio de las dos y a mí no me caía agua.
También recuerdo que en la cueva de las palomas había una cañada pa el pastoreo y yo sentía a mis tíos que decían: tu padre va a venir y yo cuando sentía los cascos de los caballos y siempre pensaba: ya viene mi padre. Tenía ganas de verlo, aunque la verdad es que no era tanto tiempo el que pasaba con ellos, y yo estaba mu a gusto, pero… Mi tío siempre me hacia bromas sobre mi padre, porque se metía conmigo pa hacerme rabiar.
Chozo tradicional
A la escuela no fui nunca. Ya tendría yo 12 años cuando volví con mis padres. Junto con mi hermano Jesús que también estaba con la familia. Mi padre no tenía preferencia entre niños y niñas. Cuando llegaba a la casa cogía el catón y cuentas y nos enseñaba. Fue el maestro nuestro y el de muchos muchachos que estaban en el cortijo y se venía pa que cuando se fueran a la mili pudieran escribir a sus novias y sus madres. Él creo que aprendió en tres años que estuvo en la mili. Yo no recuerdo cuando hice la comunión, pero la hice. Estaba tan mal la cosa que mi madre me recorrió to el pueblo con la limosnera a ver cuánto recogíamos, y hasta me llevó a Benahocaz. Doña Consuelo me enseñó el catecismo pa prepararme.
Limosnera de Primera Comunión
Mi madre y mi padre les gustaba mucho eso de venir a una buena película al pueblo. A pesar de vivir en el campo a ellos les gustaba disfrutar de las cosas culturales: me acuerdo de Los Diez Mandamientos, las películas de Lola Flores, to eso. Luego volvían al campo a dormir. Mi padre tenía un perro que se llamaba León y una noche el perro se puso sobre la puerta y ladraba desesperao y me dio miedo porque pensaba que había alguien en la puerta porque yo era la que cuidaba de mis hermanos y estábamos solos. Yo me puse con un tranco pa defender a mis hermanos. En el mismo cortijo (rancho se le llama en la sierra) La casa de los señoritos.
Había una esplanada empedrá en el rancho y mi hermana y yo nos íbamos a casa de esa señora y la mujer era mu cariñosa: Señá Ángeles, le decíamos. ¿Sabes cómo hacía pipí esta señora…? En los excrementos de las vacas… me imagino que ella no usaba bragas. Ella abría las piernas y allí lo hacía. Ni se agachaba… me acuerdo perfectamente. Mi hermana y yo nos íbamos allí por las tardes. Señá Angeles, le decíamos: le vamos a barrer la puerta. Después nos metía en la casa y cuando hacía las matanzas, en el dormitorio, tenía la alacena… tenía tinajas con chorizo metió en manteca y cogía una rebaná de pan con lomo y a mi hermana otra cosa… Mi madre nos decía: las niñas no piden… pero nosotros qué íbamos a hacer. Antes de llegar a donde vivíamos, había un arroyo y mi hermana decía: vamos a lavarnos pa que no nos huela la boca a manteca. (risas)
La higiene diaria, aunque con pocos medios, no faltaba. Había un arroyo al lao y un pozo… Íbamos a buscar agua con el cántaro.
Cantarera
Un poco más arriba de la fuente, en la ladera, hay una encina y a mí sentarme debajo de aquella encina, pensando, me encantaba…, era como mi mundo. Allí me imaginaba yo que era Sofía Loren… y esas artistas. Brigitte Bardot, Sara Montiel… Yo aprendí a coser con Carmen mi vecina, que me enseñó bastante. Sobre todo sacando patrones de las revistas. Lo hacía en mi casa y aprendí con su ayuda, pero he llegao hacer abrigos largos, chaquetas a mi hijo…. trajes de flamenca… aquí a mi madre le he hecho unos modelos que no veas...
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