miércoles

Mª Teresa: Mi madre era mu graciosa, y tenía unas manos...

¿Qué digo de mí…? Que me gusta la música, el flamenco, la música clásica, que me gusta meterme en estas cosas, conocer gente…
Mª Teresa
 Tengo 71 años y estoy en el hogar. Había un taller de teatro y allí me metí yo...a ver por dónde sale. Estoy separada, va pa cinco años que estoy separada. Tengo dos hijos y cuatro nietos. He pasao mucho, depresiones…, pero ahora estoy bien. Este taller me gustaría que estas experiencias que hemos vivío, que los jóvenes pudieran comparar lo que nosotros hemos vivío. Ahora que hay tanta crisis... adaptarnos, porque cuando éramos pequeños nos adaptábamos a lo que teníamos. También pienso que las mujeres hemos ayudao mucho a la economía. En el DNI ponía S.L. Y debería poner algo así como dijo una del Instituto de la Mujer una vez, que éramos administradoras, economistas… de to un poquito. Yo he tenío los dos hijos y nos hemos sacrificao pa que ellos estudien, pero economizando mucho. 

La madre de Mª Teresa, con ella de la mano
Mi madre estuvo viviendo en Sevilla hasta los 22 años. Estudió en las Salesianas y le decían a mi abuela que era mu inteligente, que era pa que estudiara una carrera, pero luego la pusieron en una sastrería. Mi madre sabía coser mu bien, porque en las sastrerías se aprendía mu bien a coser. Ella aprendió a to. Ponia las mantillas... De un pañuelo te hacia un turbante… tenía unas manos… Yo fui a aprender el corte, pero sobre todo a bordar…Se casó con mi padre, que eran primos hermanos. Mi abuela se había muerto y mi madre se hizo cargo de los hermanos de mi padre, de nosotros, sus hijos, un tio mío que vino a vivir con nosotros... total éramos en casa ocho personas...   
                                      
                                        Antigua carnicería
   Yo iba a la escuela y pagámos tres chicas tos los días… Había una monja mu gorda que se llamaba Sor Dolores…Que tenía un peazo caña… que llegaba ahí enfrente. Mi hermano iba a la escuela del convento. Eso era ya una escuela nacional. Había que pasar un molino pa llegar a la escuela. Una mujer que vivía por allí le decía a mi madre:

─¡No tendrá valor su madre, de mandar a ese niño, pa que le pase algo...
Y mi madre, que era mu graciosa, decía:
─Pues no lo pasa na porque la Virgen de los Remedios sale y le da la mano desde la fuente San Francisco, y no se va a caer.
 La comunión la hice en otra escuela que me llevaron, que le llamaban la Ermita. Ya traeré la foto, pa que veais lo guapa que estaba yo.   
El dia de la Primera Comunión
De mi familia no ha habido nadie del campo. Mi padre era petaquero, un artesano mu fino, que trabajó siempre en la fábrica que puso mi tio. Mi abuelo materno fue portero en una fábrica de tabacos de Sevilla, hasta que murió mi abuela y se vino a Ubrique con los niños.
El padre de Mª Teresa, trabajando la petaca
Lo que se comía en aquella época, recuerdo que era algo así:

En el desayuno, un hoyo de aceite. Nosotros teníamos racionamiento. No había leche pa todos. Porque una media de leche, pa tanta gente… luego, ya vino la leche condensada, pero eso era más tarde. Mucho café con leche no recuerdo yo que comiéramos…Luego, pa almorzar, una sopa de pan, algo de lechuga, tomate frito, papas… esas cosas… y en la cena el puchero. Eso era siempre igual. Los huevos eran un lujo. Se comían pa Semana Santa… o si estábamos malos.

El puhero
Nosotros vivíamos en el casco antiguo, en la calle Remedios. La entrada, un cuerpo de casa, una habitación, después otro cuerpo con el hueco de las escalera, después otro cuerpo, con la cocina con los anafres, con mucha humedad, porque no les faba el sol porque allí había habido una cuadra. Allí nos bañábamos.
Una de las casas del casco antiguo
Teníamos unos baños mu grandes, calentábamos el agua en una olla y poníamos una cortina mu grande. Encima había un soberao, donde se acostaba un tío mío. Por la otra calle un molino de aceite. Una vez a la semana nos cambiábamos de ropa interior. Yo tenía un baño grande de cinc y allí nos bañábamos. Había detrás de la puerta un grifo y un wáter, que era un boquete, sin más, que iba a un pozo ciego. Luego metieron una pila en un patinillo y entonces sí pusieron una cosa parecía, con una rejilla que la levantaban y se le echaba agua, pero un wáter en condiciones tardó mucho en ponerse.
                                             
                                   Baño de bebé en la época
Mis padres tenían un dormitorio, con una cama negra con los doraos…Cuando encalábamos nos acostábamos en el suelo. Nosotros en una cama chica, uno p´arriba y otro p´abajo. El colchón no era de flex, desde luego… Entonces los colchones eran de lana, pero eso sólo algunas personas, seguramente en las camas de matrimonio. En el campo los tenían de las hojas del maíz (farfolla) que sonaban muchísimo... 
                                  
                                       Cama de hierro
                     

No hay comentarios:

Publicar un comentario