Cuando era niña, recuerdo que por el mes de mayo, los domingos por la mañana, había una procesión. Tocaban las campanas al amanecer, o quizás todavía no había clareado el día cuando salíamos de casa, mi madre y yo y desde la parroquia salíamos cantando el Rosario, que le llamaban de La Aurora, creo que era en honor a la Virgen de Fátima. Íbamos por las calles hasta llegar a la Ermita del Convento, que allí el sacerdote oficiaba la Misa.
Yo disfrutaba mucho junto a mi madre, cantando el Rosario de La Aurora.
Y después de tantos años, estaba yo en Marbella, y el día de la Virgen del Carmen, muy temprano todavía, casi de noche, se escuchan las campanas de la Parroquia de la Encarnación y el murmullo de la gente de Divina Pastora, que baja para acompañar a la Virgen, cantando el Rosario, pasando por el barrio de los pescadores. Allí ponen un altar con otra imagen de la Virgen del Carmen y la dejan un ratito frente a frente, para luego seguir hasta el puerto.
TEXTO escrito por: Mª Luisa Sánchez
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