Una tarde, cuando el adiós ya era inevitable, entre canciones, tapitas y refrescos de verano, María se lanzó y nos regaló sus recuerdos en forma de poemas llenos de pasión. Ubrique en el recuerdo; esos lugares que han quedado en nuestra retina y en nuestro corazón, pero que ya no son los mismos. Por suerte, queda la memoria y la palabra. Esto es sólo un ejemplo de lo que escribe María Rios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario